23. El Discurso de Antón (Relato de Amor)
El otro día casi te atropello con el coche, y hoy me dejas
aquí plantado como si fuese un pino en medio del bosque. ¿Qué te pasa Alba?
Pensaba que el amor que nos unía, como si fuese el destino, que nos hechizó con
su magia más poderosa, sería algo que nadie podría separar, pero veo que estábamos
equivocados. Me definía como un hombre muy afortunado de haberte conocido, y
mejor aún de haberte tenido entre mis brazos, pero es que ¿acaso los trocitos
que se rompen segundo a segundo de este pobre corazón no es suficiente para
demostrarte lo que siento por ti? ¿Acaso me has mentido cuando nos besábamos en
el parque, en el río o en cualquier lugar del mundo? ¿Acaso te he defraudado
como hombre y ya no sientes amor por el único hombre en este planeta que te
pueda amar como yo te amo? Si has decidido abandonarme, ¡vete! Si has decidido
emprender una nueva vida ¡Allá la tienes! Si has decidido seguir sin mí ¡pues
me parece una estupidez, pero te dejo ir porque sé que así es como debe ser! No
eres mía tampoco lo has sido mientras duraba lo nuestro, yo no te vi como una
propiedad, amar no es tener propiedades, amar es dejar que sea libre si tanto
lo desea y no cruzar ese límite que asusta tanto, y a veces te lleva por el mal
camino. Hagas lo que hagas, vayas dónde vayas, tú siempre formarás parte de mí
vida, porque si te vas, te llevas una parte de mí, yo me quedó la parte que has
dejado aquí, porque sé que el camino emprendido no será el de las flores
bonitas, pero el haberte amado hasta el fin del mundo, solo con eso, ya puedo
morir en paz.
Aunque sea en mi lecho de muerte, y tú ya te hayas ido sin
mí al otro barrio. Hemos vivido una larga y prospera vida juntos. Tengo ochenta
años, y me acabas de abandonar por haberte enamorado de la santa muerte, quién
te ha arrebatado de mis brazos. ¡Buen viaje Alba! ¡Buen viaje hasta el infinito
del cielo más hermoso! Yo me quedo, en la tierra, cuidando de nuestro legado,
dando consejos a nuestros cinco hijos, cuidando y protegiendo a nuestros nietos
en los momentos más delicados, y yo veré nacer la luz por partida doble de
nuestro primer biznieto que pronto llegará como la esperanza en Abril. Todavía
te echo de menos y lo seguiré haciendo, ya que tan solo hace un minuto que
dejaste de dirigirme la palabra, nombraste tras las colusiones del ataque al
corazón las únicas palabras que te han mantenido cerca de mi durante todos
estos años “Te amo”. No hemos sido una familia con muchos recursos, nos habrá
faltado el dinero y a veces la comida en el plato, pero nunca dejaré de amarte,
aunque yo tenga el billete un poco más tarde, pero viviré estos últimos años
que me quedan, de la misma forma que lo hice estando a tú lado, amándote,
siempre.
Atentamente, tú querido esposo Antón, que se ha quedado viudo
pero sabe que el amor construido nunca se destruirá. Te amo mucho mi querida
Alba.
HR.
PD. El amor verdadero dura más de una vida y que mil vidas, cuando lo encuentras es cuando realmente sabes qué es el amor y no el gustar por gustar.
HERO & Corporation.
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