28. LA OFICINA - capítulo 1
El despertador ha sonado super tarde, de alguna forma se ha
quedado sin pilas, y no lo puedo permitir. La situación de mi casa es realmente
grave pero es que no puedo perder esta oportunidad tan importante. El trabajo
no es lo que más me guste pero realmente es necesario para pagar todas las
deudas que hay en mi casa. Mis padres están prejubilados, tienen ambos más de
50 años y el Estado les ha dado por prejubilados porque la empresa dónde
trabajaron quebró y con eso se llevó los dos sueldos que entraban en el
extracto del banco. Y desde hace seis meses, y por no pagar la hipoteca a su
tiempo, tenemos una deuda de más de 15.000€ que no sabemos de dónde podremos
sacar el dinero. Por lo tanto este trabajo no es lo que quiera dedicarme toda
la vida, pero ayudará a ir liquidando poco a poco la deuda.
Me visto tan rápido como puedo, vivir en Barcelona está muy
bien, porque estás muy bien comunicado en transporte, pero es realmente caro,
es lo que tiene ser la capital de la comunidad autónoma de Cataluña. En los
tiempos que corren, dónde ser independentista es el plato de cada día, el hecho
de tener al presidente del Parlament exiliado en Bruselas desde hace meses,
hace que los rifi y rafes sean bastante frecuentes entre Madrid y Barcelona,
entre lo que sí puede y hacer y lo que es vivir dentro de una dictadura que
hasta hace escasos meses, salió a la luz de que ¡lo estamos!
Sin apenas desayunar, que tampoco tengo por costumbre
hacerlo, cuando ves que tú nevera está más vacío que el desierto del Sahara en
golpe de calor. Te acostumbras a pasar hambre y a tener una delgada figura. Me
voy al metro, a veces he tenido que saltarme las restricciones para poder
llegar a dónde tenía que llegar, ya que las distancias en la ciudad a veces
pueden ser un problema grave. Agarro la línea 3, la verde, y seis paradas
después me encuentro en Maria Cristina, el trabajo no está demasiado lejos,
está cerca de Pedralbes Centro, en plena avenida diagonal de Barcelona.
Enseguida subo al ascensor y toco el quinto piso,
curiosamente no hay mucha gente, en los primeros pisos no sube ni baja nadie,
así que el ascensor sube directamente a la quinta planta, cuando las puertas
del ascensor se abren salgo enseguida y llego a la recepción de la empresa.
- ¿Por qué siempre haces cualquier cosa para hacerme quedar mal delante del jefe, eh Tina?- le dice Jana la novia del jefe.
- ¡Pero bueno! Si tú vida a mí no me importa nada… chica tienes un problema grande ya, eh. ¡Llevas des del instituto diciéndome lo mismo y estoy muy harta de verdad! – dice Tina la secretaria de la empresa, su tono suena en todo momento de pasota, pero al mismo tiempo se ve que sufre ante Jana.
- ¡No mezcles las cosas, Tina!- dice Jana le mira muy mal para mostrar su enojo.
- ¿Qué no las mezcle? ¡Pero si eres tú y no es de ahora, sino desde siempre! – dice Tina.
- ¡Eres una incompetente, deberías estar en la calle, pero mi novio está tan ciego que no lo ve!- dice Jana, frunce la frente.
- ¿perdona? Yo creo que lo que te pasa es que tus CELOS te está impidiendo ver lo que ocurre realmente.- dice Tina pero la interrumpen.
- ¿Qué ocurre? ¡Qué ocurre! ¡Venga, a ver si te atreves a decírmelo, payasa!- le grita con superioridad Jana.
- ¡Hey…! – grito para amortiguar esa guerra que está a punto de explotar.- Se puede saber ¿qué os pasa?- les digo.
- Yaiza, ¡Metete en tus asuntos! Te he dejado encima de tú mesa cien pedidos que deberás vender, así que ¡Al trabajo!- me grita Jana de muy malas formas.
Dejo mis cosas en la zona de taquillas que hay en una
pequeña sala que hay detrás del mostrador de la secretaria, mientras que las
escucho que siguen discutiendo. Antes de irme decido entender porque discuten.
- Solo te mandé a que le fueras a recoger unos documentos, y ¿qué me encuentro? A ti, intentando ligar con ÉL… ¡guarra!- le grita Jana.
- ¡No he ligado con nadie!- le contesta.
- ¡Mentira!- le grita Jana.
- ¡A ti lo que te pasa es que te has puesto así porque Sergio ha ligado conmigo, Sergio, tú AMANTE! Y si se entera él será tú final, ¿verdad?- le dice Tina.
¿Qué? Estoy alucinando, de repente el silencio se presenta
en la sala, se miran a los ojos, pero los ojos de Jana están inyectados en
sangre, parece que esté a punto de matar a alguien.
HR.
HERO&Corporation.
Comentarios
Publicar un comentario