35. Documentarse Para Encontrar La Verdad De Su Historia
Cuando decidí empezar a escribir mis propias historias con
tan solo 14 años, no entendía porque cuando pedía consejo a algún escritor o
compañero de escritura siempre me decía los mismo “la clave está en documentarse bien del asunto que quieres narrar”.
No lo entendía pero tampoco lo veía como algo importante, porque cuando empecé
yo recuerdo que estaba constantemente con un cuadernito encima escribiendo
horas y horas, historias tras historias, incluso con esa edad, me atreví a
escribir mi primera novela (que de momento no he publicado ninguna, porque
necesitan un repaso), por eso al tener tanta inspiración me preguntaba ¿Por qué
perder tiempo en documentarme si ya tengo mi historia? Y la verdad es que la
cagué, porque en realidad mis historias eran buenas, pero la mayoría no tenían
sentido, perdían el sentido antes de llegar al nudo de la historia, perdían su
verosimilitud que hace que se enganche el lector y no quiera pensar en otra
cosa que no sea en leer.
La forma en cómo se me ocurrían esas historias eran
principalmente sin pensar mucho, agarraba la lapicera y a escribir, así de
fácil, cómo si “algo” me estuviera dictando desde otro plano. En ese tiempo,
pensaba que eso era escribir, y ver a los escritores diciendo “es difícil escribir, pasarte días y días
delante de la computadora te tiene que gustar y tienes que ser disciplinado
porque si no lo haces, no llegarás a cumplir tus metas”. Yo no veía que
fuese difícil, porque también confundía las cosas, yo pensaba que lo que hacía
era narrar historias ficticias, pero el tiempo me dio su gran aprendizaje,
cuando estuve realmente cara a cara con el bloqueo, allí me di cuenta de que
realmente mi carrera como escritora no había ni empezado, porque lo que hacía
era algo muy diferente pero que muchos de ustedes también confunden, porque es
difícil de identificar en artistas como nosotros, se llama “canalización”.
Canalizar significa que no piensas tú la historia, te viene
como si alguien te estuviera susurrando en el oído toda la historia y tú
simplemente tienes que escribirlo, materializarlo en esta dimensión. No piensas
en los personajes, ni en el tema, ni tampoco en los diálogos, solo ves imágenes
y escribes con una fluidez que ni te das cuenta de que el tiempo pasa volando.
En cambio, escribir es, pensar en todo, plantearte preguntas
de la historia como por ejemplo ¿qué tengo que hacer para comprender este
personaje que tiene que matar al personaje B? Te vas planteando cosas, ves
puntos de vista, tienes que moverte de la computadora y salir a ver mundo,
experimentar y documentarse para comprender o aprender ¿cómo quieres narrar la
historia?
El tiempo te va dando experiencia en este mundo, por lo
tanto, aprendí mucho cuando estuve dos años bloqueada, por lo cual, durante ese
tiempo solo hacía una cosa, canalizaba no eran historias ficticias, pues lo que
salía de mis canalizaciones provenía de mi otro empleo como pilar de
consciencia del SER en este mundo, por eso comprendí la diferencia, porque las
experiencias con los Seres de Luz se explicaban a través de la canalización
(particularmente cuando ellos hablaban, lo otro era mi punto de vista en la
experiencia que me encontraba viajando a otra dimensión). Fue muy difícil de
asumir que el 90% de todo lo que pensaba que había escrito y que era ficticio
antes de ese tiempo, en realidad eran canalizaciones de historias reales
ocurridas en otros universos o en otros tiempos de nuestro planeta en el
pasado. Por ejemplo, el Atikesis. Durante mucho tiempo pensé que era ciencia
ficción, una guerra contra una corporación que venía del espacio y que había
arrasado la tierra para hacer experimentos con los humanos… parecía ficción,
hasta que viajé entre dimensiones y llegué a ese universo mediante la 4D, no
había terminado de narrar toda la historia, pero conocí a Alex Garcia, el
protagonista de mi “historia” y comprendí que eso era verdad.
Durante un tiempo también me estuve planteando si la
telenovela Historia de la Humanidad también era una canalización, me sentí
horrible, porque si así fuera, mi mayor historia era falsa… pero después de
comprender esa diferencia me di cuenta de que no, porque cuando escribimos la
telenovela se nos plantea un montón de retos y preguntas que nadie (me refiero
a un ser de luz) nos da la solución o una respuesta inmediata, para que
colaboren, debemos pedirles permiso, el equipo ya lo saben, pero solo lo usamos
en algunas ocasiones cuando deben introducir uno de sus mensajes en el dialogo
de uno de nuestros personajes, que eso se reduce al 1% son ellos, el resto, el
equipo.
Y es en la telenovela donde realmente dedico la mayor parte
del tiempo cuando tengo días libres, porque como todo escritor, al comienzo es
difícil vivir de la escritura por eso ahora vivo pluriempleada, entre
consciencia del SER y guionista (suelo definirme así más que escritora, porque
adoro escribir guiones). Tras esos dos años que estoy retomando más la parte de
escritura de los capítulos de la telenovela, pero ahora con más preguntas que
al comienzo, y una de ellas que últimamente me tiene fascinada completamente,
es el hecho de ponerme “en la mente de un personaje para saber qué piensa y
porque hace lo que hace”. Esta parte es de las más complejas, porque no alcanza
con saber peso, edad, nombre, familia y profesión, tienes que indagar en él y
ser ÉL. Es aquí cuando me di cuenta de que antes la cagaba tanto en mis
narraciones, porque ¿Cómo podría saber el trabajo de inspector de policía si no
sé cómo se rellena un informe policial?
Hace muchos meses, creo que ya van cinco o así, que cada día
si puedo me dedico a ver series de crímenes, en plan Castle (la adoro) o Los
hombres de Paco (mi serie favorita en la adolescencia, es española), Mentes
Criminales…. Los veo para divertirme pero también para intentar verme como
“inspectora” ya que intento ponerme en la mente del personaje de la telenovela
Jeffrey en el punto de vista de la policía pero también en la mente de Norman
Wales, que es la victima que la matan en un supuesto ataque terrorista en la
comisaría.
Inevitablemente para poder hacerlo, tenía que empezar a
documentarme, si hubiese visto las series tal y como el guionista quiere que
veamos la historia, no estaría consiguiendo lo que quiero, solo estaría
metiéndome en la mente del guionista, eso en esta fase no es aconsejable hacerlo,
cuando escribes el guion si que te sirve para intentar “despistar” al
espectador y así jugar un poquito con su mente, ya me entienden. Pero si lo que
quieres es meterte en la mente del personaje, te tienes que fijar en un
personaje de la serie que estés viendo.
Por ejemplo, en Castle me fijo en la inspectora Bekett en
cómo resuelve las pistas hasta llegar a un sospechoso y luego a un culpable,
está claro que el guionista se documentó muy bien, porque es un papel muy
extenso pero que la actriz que la interpreta es genial Stana Katic. Pero no
alcanza con ver las series, me di cuenta de que las series policíacas usan la
misma fórmula, pero algunas como Castle cambian la orden de la fórmula, aunque
el resultado es el mismo, el culpable es enviado a juicio y se termina el
capítulo, de vez en cuando no son auto conclusivos, lo alargan un capítulo más.
No se olviden que la realidad es diferente a la ficción, en estas series
normalmente el culpable aparece en los primeros tres o cuatro sospechosos,
durante el capítulo te explican la historia pista a pista y luego el culpable
siempre es alguien cercano a la víctima. Es previsible si ves más de cinco
capítulos seguidos, pero no estoy aquí para hacer una crítica de la serie.
Un día que regresé de hacer la guardia por los confines del
reino vegetal a casa, vi a mi madre viendo un canal nuevo que hacía poco habían
abierto en Movistar + llamado Crimen + Investigación. Eran programas de
crímenes pero la diferencia entre lo que veía antes y este canal es que todos los
crímenes son casos reales ocurridos en los últimos veinte años. Era como si el
universo hubiese visto mi problema y quisiera ayudarme, porque me enganché
enseguida, sobre todo en los programas de gente desaparecida o asesinos en
serie. Aunque les parezca psicópata, eso me dio muchas claves para poder darle
más verosimilitud a estos dos personajes, como también a otros como Ainara,
Arnold, Tom, Kenny, Rod,…
Si están empezando en este mundo de la escritura, no les voy
a decir lo mismo que me dijeron a mi hace casi 13 años (el próximo 9 de mayo
los cumpliré) que fue “dedícate a otra
cosa que no tienes nada que hacer aquí” pues pienso que todos tenemos
derecho a encontrar nuestro camino y si el de ustedes empieza con la escritura,
quédense con esto “escribe si lo sientas
dentro de tú corazón, pues este es tú mayor pauta a seguir” cumplan sus
sueños, porque todos tenemos derecho a expresarnos de la forma que queramos. Yo
no soy competitiva, por eso les animo a seguir, pero por el camino se van a
encontrar con personas que harán cualquier cosa para intentar sacarles de este
camino, intenten actuar fiel a su propio corazón y seguirán el camino más
adecuado para cada uno de ustedes.
P.D. ¡Feliz San Jordi a todos! Fiesta del libro y la rosa en Cataluña (España).
HR.
HERO
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