40. La Doble Vida Del Escritor

 

Me quedan pocos meses para cumplir treinta años, y la vida me ha estado enseñando muchas cosas desde que decidí salir del útero de mí madre. He vivido situaciones complejas y aventuras que darían para ser narradas en una novela, pero mí gran pregunta es ¿Veré algún día un libro escrito por mi algún día? Ganas no me faltan, hace años que ando pensando en atreverme, pero las circunstancias cambian constantemente. Tengo un par de historias que podrían llegar muy lejos, pero mi problema no es que sufra en ocasiones el famoso síndrome del impostor, puesto que el factor tiempo tiene más excusas de lo que esperaba.

Desde los 14 años hasta los 22 años, solo hacía que escribir, novelas, obras de teatro, poemas, crónicas, artículos, hasta una telenovela. Era una fuente constante de creación, y cada vez eran historias con mayor capacidad de matices, me digné a compartir la telenovela con el mundo a través de la pg web Spceguionista. Pero luego al cumplir 22 años y tener la depresión, todo cambió para siempre…

Ser escritor es convivir constantemente con ese miedo de que a lo mejor mañana ya no tengas más ideas para compartir, y quizás tengas que plantearte cambiar de profesión. Durante la depresión, tenía tantas dudas de la existencia de la vida en esta época, que me pasé a la crónica y a las reflexiones, dejando atrás todo lo demás. Centrándome en la experiencia emocional, para aprender más de mí misma y conocerme, algo que es necesario para saber responder a las preguntas más importantes “¿Quién soy? ¿A dónde voy? ¿De dónde vengo? ¿Por qué estoy aquí?”.

Hace cuatro años, intenté regresar a la vida del escritor al ingresar en un taller de escritura creativa en Barcelona de forma presencial. Eso me ayudó a desbloquearme, porque había dejado de escribir por tanto tiempo que ni me había percatado de que lo había hecho. El mundo que tengo ahora, entre hacer terapias, meditaciones, sembrar una nueva humanidad, ayudar en el despertar de consciencia colectivo, canalizar patrones de energía de luz en el puente dimensional de Xauxa, hablar con los arcángeles y trabajar con ellos desde esta dimensión. Que mi vida ya no está en los libros, creando nuevas historias para la humanidad, he pasado de la tinta y el papel, para hablar de personajes en una aventura, a compartir mi aventura y siendo la protagonista de esta historia.

¿Suena egoísta? Dicen que los escritores lo somos bastante, con el hecho de que queremos que salga en los libros nuestro nombre y recibir un premio de ello. Pero mis tiros no van por allí, ni por asomo señores… Ya no escribo historias de ficción, ni drama, ni comedia, ahora escribo la realidad de este tiempo, transformando una vida común en una novela pero cien por cien real, llamado El espejo de mí vida. Creo que yo no voy a ver un libro imprimido con mi nombre, pero tendrán material mis descendientes para hacerlo posible, porque hay novelas que estoy escribiendo y que aún no han visto la luz de internet.

Les pueden llamar novelas, pero en realidad son memorias de vidas pasadas que tuve, también cien por cien reales. Quizás mi género ahora sea el costumbrismo o el realismo, porque aunque no tenga ni una idea de cómo continuar con la telenovela, tengo argumentos suficientes para seguir explicando la realidad, para que la gente del futuro sepan cómo era este tiempo.

Si un escritor sueña en ganar un Nobel de literatura, o un premio Rosalía de Castro a mejor novela, imaginando historias dónde la gente de a pie deje a un lado sus problemas e imagine lugares imposibles. En mis vidas pasadas, transformo la realidad en una aventura cabalgando a caballo, volando con arcángeles, viajando a otros mundos a través de las naves de la Hermandad Blanca,… la realidad también tiene su magia, solo hay que decidir desde que foco lo quieres ver, ¿desde la monotonía y aburrimiento? O ¿Desde la aventura y la diversión?

Creo que escribía historias antes de los 22 años, porque la vida que tenía era demasiado monótona y no tenía sentido, hasta que finalmente empezó mi historia más real, y trabajar con los arcángeles es algo muy hermoso y me siento muy agradecida por estar hoy aquí, porque ahora estoy conectada con la realidad, la verdadera matriz de creación. Ahora yo soy la protagonista de mis propias aventuras, y las mías siempre han sido de ciencia ficción. Ahora algunos de ustedes dirá que la ciencia ficción no existe, pero ¿recuerdan que Star Trek inventó los teléfonos celulares mucho antes de que existieran en nuestra realidad? Muchos escritores, canalizan sin darse cuenta y lo pasan como una historia ficticia.

Laia Galí HR.